EL PROGRESO
Muchos conductores se llevaron en la jornada de ayer una sorpresa y algún susto, al encontrarse de pronto cerradas al tráfico las entradas y salidas de la A-6 en la localidad begontina de Baamonde. Las conexiones con la Nacional 634 permanecerán cortadas al menos durante un periodo de 10 días, debido a la construcción del enlace entre la autovía del Noroeste (A-6) y la del Cantábrico (A-8).
Mientras la salida 523 permanezca cortada, el tráfico será desviado por la Nacional VI y los usuarios de la vía deberán usar la salida 529, en el Mesón da Cabra (Guitiriz), para los movimientos A Coruña-Oviedo y Oviedo-A Coruña, tal y como se especifica desde el Ministerio de Fomento. En cuanto al tráfico que circule entre Lugo y Oviedo o viceversa, deberá conectar con la A-6 en la salida 517, en las inmediaciones del polígono de Begonte.
Estas obras se enmarcan dentro de la ejecución del último tramo de la Transcantábrica, entre Baamonde y Abeledo. Este trayecto tiene una longitud de 5,3 kilómetros, que discurren practicamente paralelos a la N-634, y cuenta con un presupuesto de 26 millones de euros.
Su finalización, en Baamonde, será un intercambiador de autovías que unirá la A-8 y la A-6 a través de varios ramales. La ejecución de las obras, iniciadas el pasado verano, ya le afectaba a un tramo de la autovía del Noroeste, comprendido entre los puntos kilométricos 521 y 523, donde el trazado original de la carretera ya ha experimentado varios desvíos.
El tramo Baamonde-Abeledo dispone de dos calzadas de 11 metros de ancho y una mediana de seis metros entre ambas. Tiene 14 estructuras: un viaducto sobre la A-6 de 130 metros de largo, dos pasos superiores y 11 inferiores, de lo que cinco se situarán bajo la A-8 y los seis restantes pertenecen al enlace de Baamonde.
La apertura de este tramo permitirá conectar la A-6 con Vilalba, puesto que los dos tramos anteriores, entre Regovide y Abeledo, de 5,8 kilómetros, y entre Vilalba y Regovide, con un recorrido similar, ya están operativos desde junio de 2007.
A través de la A-6, el tráfico proveniente de la A-8 accederá directamente a Lugo y también podrá enlazar con la autopista del Atlántico (AP-9), permitiendo así la conexión con A Coruña, Santiago, Pontevedra, Vigo y Portugal. Además, la A-8 conectará en la capital chairega con la autovía autonómica AG-64, que une Ferrol y Vilalba.
El trayecto gallego de la Transcantábrica tiene una longitud total de 87,5 kilómetros y todos su tramos se encuentran en ejecución, con algunos de ellos, como los dos chairegos, ya puestos en servicio.
El presupuesto total del trayecto que unirá Ribadeo con Baamonde por autovía asciende a 458,9 millones de euros.
