Europa Press (Lugo).
El director general de carreteras del Ministerio de Fomento, Francisco Criado, dio hoy por "completado" el primer tercio de la Autovía del Cantábrico (A-8), tras entrar hoy en servicio el tramo Baamonde-Abeledo (Lugo) que conecta esta vía de alta capacidad con la Autovía del Noroeste (A-6).
Sin que mediaran inauguraciones, al estar en período electoral, el Ministerio de Fomento abrió este viernes al tráfico este tramo, de 5,3 kilómetros de la A-8, los que faltaban por completar entre Vilalba y el enlace con la A-6 en Baamonde. Además, contribuye a mejorar la seguridad vial en un nudo fundamental de comunicación por carretera.
"Con esta puesta en servicio estamos completando el primer tramo de lo que será la autovía del Cantábrico en Galicia, lo que nos permite conectar directamente la A-6 con Vilalba con lo que mejorará la comunicación de toda esa zona y supone un paso muy importante en esta infraestructura", explicó Francisco Criado.
Este alto cargo del Ministerio de Fomento aseguró que no ha sido una obra especialmente compleja, si bien mantuvo que la A-8 "discurre en general por terrenos muy complicados". En cuanto a la conclusión de la Transcantábrica, no quiso aventurar una fecha. "Es prematuro decir una fecha, pero sí puede ver todo el mundo que todos los tramos están en marcha" remarcó.
Este es el cuarto tramo puesto en servicio de los 14 en los que está dividido el trayecto en Galicia, tras abrirse al tráfico el año pasado uno en la Mariña lucense, entre Ribadeo y Reinante, en el límite con Asturias, y dos en la Terra Chá, que conectan el inaugurado hoy con Vilalba.
El director general de carreteras del Ministerio de Fomento, Francisco Criado, dio hoy por "completado" el primer tercio de la Autovía del Cantábrico (A-8), tras entrar hoy en servicio el tramo Baamonde-Abeledo (Lugo) que conecta esta vía de alta capacidad con la Autovía del Noroeste (A-6).
Sin que mediaran inauguraciones, al estar en período electoral, el Ministerio de Fomento abrió este viernes al tráfico este tramo, de 5,3 kilómetros de la A-8, los que faltaban por completar entre Vilalba y el enlace con la A-6 en Baamonde. Además, contribuye a mejorar la seguridad vial en un nudo fundamental de comunicación por carretera.
"Con esta puesta en servicio estamos completando el primer tramo de lo que será la autovía del Cantábrico en Galicia, lo que nos permite conectar directamente la A-6 con Vilalba con lo que mejorará la comunicación de toda esa zona y supone un paso muy importante en esta infraestructura", explicó Francisco Criado.
Este alto cargo del Ministerio de Fomento aseguró que no ha sido una obra especialmente compleja, si bien mantuvo que la A-8 "discurre en general por terrenos muy complicados". En cuanto a la conclusión de la Transcantábrica, no quiso aventurar una fecha. "Es prematuro decir una fecha, pero sí puede ver todo el mundo que todos los tramos están en marcha" remarcó.
Este es el cuarto tramo puesto en servicio de los 14 en los que está dividido el trayecto en Galicia, tras abrirse al tráfico el año pasado uno en la Mariña lucense, entre Ribadeo y Reinante, en el límite con Asturias, y dos en la Terra Chá, que conectan el inaugurado hoy con Vilalba.
